Un modelo de negocio inmobiliario se refiere a la planificación estratégica de cómo una empresa o individuo genera ingresos a través de actividades relacionadas con bienes raíces. Algunos ejemplos comunes de modelos de negocio inmobiliario incluyen:

1. Desarrollo Inmobiliario: Compra de terrenos, construcción de edificaciones (residenciales, comerciales) y venta o alquiler de las mismas.
2. Compra y Venta de Propiedades: Compra de propiedades (casas, apartamentos, terrenos) a precios competitivos y su posterior venta a precios superiores, después de una renovación o sin ella.
3. Alquiler de Propiedades: Adquisición de propiedades para alquilarlas a largo plazo, generando ingresos pasivos a través de rentas mensuales.
4. Flipping: Compra de propiedades subvaloradas, renovación rápida y venta a un precio más alto en un corto plazo.
5. Inversión en Propiedades Comerciales: Adquisición de propiedades comerciales como oficinas, locales comerciales, o centros comerciales para alquilar a empresas.
6. Crowdfunding Inmobiliario: Plataformas que permiten a inversionistas pequeños participar en grandes proyectos inmobiliarios, compartiendo riesgos y beneficios.

Cada modelo de negocio tiene sus propias ventajas, desafíos y estrategias específicas para maximizar el retorno de inversión y minimizar los riesgos.